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Bienvenidos

Soy una persona normal, casada, madre de dos hijos, trabajadora, entusiasta, que disfruta los pequeños momentos buenos de la vida y a la que le gusta escribir. Hoy inicio este Blog para que queden plasmados mis pensamientos, opiniones o comentarios y algún día, quizás mis hijos lo lean y me conozcan un poquito mejor. Simplemente contaré momentos de mi vida cotidiana o compartiré alguna opinión que me parezca interesante. ¡Bienvenidos!

lunes, 14 de febrero de 2011

Momentos difíciles


Uno de los compromisos ineludibles que tenemos al convertirnos en adultos, es el de asistir a los entierros, tanatorios o funerales cuando fallece un familiar, amigo o conocido. Dependiendo de la proximidad de esa persona fallecida, estaremos más o menos obligados a hacer acto de presencia.  Cuando éramos niños, nos librábamos de asistir a estos actos fúnebres; nos quedábamos en casa imaginando cómo sería ese señor o señora muerto dentro del ataúd y sólo de pensarlo nos daban escalofríos y pesadillas. 

Me imagino que a nadie le gusta asistir a un tanatorio, pero a mí personalmente me desagrada bastante. Nunca sé lo que voy a decir, ni encuentro las palabras apropiadas. No sé si con un abrazo es suficiente o si decir la típica frase “bueno, al menos ha dejado de sufrir” sirve para algo.
Tampoco sé cuánto tiempo se ha de estar, ni de qué hablar con los familiares del fallecido en cuestión. Cualquier cosa que digas en ese momento, debe ser sin relevancia alguna.

Una cosa a favor (según como se mire), es que te encuentras a los familiares que hace siglos no ves. Piensas, “pero bueno, cómo ha crecido la prima Lola del pueblo” o “mira a mi tío Paco la novia que se ha echado”; porque todo hay que decirlo, también es una fuente inagotable de cotilleos y sirve ponerse al día de los entresijos familiares. Ni a los muertos se les respeta cuando se trata de chismear.

Recuerdo una ocasión en que me levanté muy primaveral un frio día de invierno y decidí vestirme de rojo, pero no cualquier rojo, sino rojo chillón. Pues ese día salgo para el trabajo toda contenta y cuando llego, me encuentro a la gente con unas caras, que pienso, “creo que este color no me sienta muy bien”, hasta que llega un compañero y me suelta la noticia: “Ha fallecido el gran jefe esta misma noche de un infarto”. Creo que mi pálido contrastaba totalmente con los colores de mi pantalón,  pues me quedé con la boca abierta y más blanca que una nube. Luego fuimos yendo por turnos al tanatorio y allí estaba yo, dando el cante con mi colorido traje, diciendo “lo siento” y pensando “tierra trágame”. A partir de entonces siempre voy a trabajar bastante discreta, no vaya a ser…

Bueno, bromas aparte, cuando me muera, no quiero ni lágrimas, ni entierros, ni tanatorios ni nada, sólo quiero que permanezcan en la memoria los buenos recuerdos que la gente tenga de mí y que mi espíritu se presente en forma de alegría, se adueñe de todos y los llene de paz.

martes, 8 de febrero de 2011

Famosa locura



Piqué y Shakira son pareja, así que ya podemos respirar tranquilos. Toda esta información es lo que se deduce de una foto que el jugador del Barça, humildemente y renunciando a cualquier retribución económica (se dice que el precio aproximado por una foto de ellos dándose un beso son 300.000 euros), ha colgado en su red social. 

Hace unas semanas surgió el rumor y aún no se había podido comprobar. Desde que salió la famosa foto (en la que están ambos junto a un grupo de invitados en un cumpleaños, sin siquiera tocarse un dedo) no se habla de otra cosa. Los medios de comunicación se ceban con la noticia, hacen tertulias en la radio sobre los posibles motivos de la publicación de la misma. La gente llama dando sus versiones;  incluso hay quien dice que es otra estrategia del gobierno para alejar de nuestra mente la crisis económica que se vive hoy día. También se ha desatado la locura en internet.

Y yo me pregunto: ¿A quién le importa lo que haga o deje de hacer Shakira (la famosa cantante colombiana, por si alguien a estas alturas no la conoce) en su vida privada, con Piqué o con Perico de los Palotes?; ¿A qué viene tanto interés por los detalles íntimos de los famosos?; ¿Acaso no son personas de carne y hueso, que orinan, les salen granos y tienen diarreas como el resto de los mortales? Pues dejemos a esta buena señora en paz y que haga lo que le dé la gana.

Nosotros mismos hemos propiciado que surjan engendros como Belén Esteban, Carmen Lomana, Paris Hilton y un sinfín de personajillos cuyo mayor logro es haberse acostado con otros personajillos (excepto Paris Hilton, que ya nació rica y famosa y otros más) y siguen en el candelero a base de engaños, trifulcas, insultos y algunas que otras sandeces más. Qué manera de perder el tiempo viendo cada día los comentarios, acciones y declaraciones de esta gente; viendo programas como Sálvame, Gran Hermano, Las Tardes con Patricia…y numerosos programas que no aportan nada. Lo peor es que contribuimos al enriquecimiento personal de la gente que vive de esto, propiciando así  que salgan en más y más medios, llegando a extenuarnos con los mismos comentarios sobre sus vidas una y otra vez.

Yo no digo que no podamos admirar a un famoso o deportista, pero que sea por su talento o por sus aportaciones; no por ver quién grita más fuerte o quién se acuesta con quién.  Es normal que sintamos curiosidad por ver cómo viven algunos personajes públicos, pero en el fondo es porque sentimos envidia de sus casas, de sus felices vacaciones en las Bahamas o de esa felicidad que transmiten en las revistas del corazón, pero nada más lejos de la realidad. No es oro todo lo que reluce, sólo hay que ver la cantidad de famosos que se casan y se divorcian en menos de un año.

En fin, como dice mi queridísimo esposo, citando una frase anónima, “No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”.