A propósito del reciente cambio de hora en España, me pongo a pensar si realmente ahorramos sólo en este país unos 300 millones de Euros tal como afirman los estudios. Ahora que llega la primavera, el día se alarga y oscurece cada vez más tarde. Desde mi ignorancia, no veo cuál es el ahorro. En mi trabajo permanecen encendidas las mismas luces que antes de hacer el cambio. En mi casa, quizás se encienden las luces un poco más tarde, pero al levantarnos, como está más oscuro, se encienden antes.
Leí en un artículo, que en España este cambio de horario se realiza desde 1974, cuando se produjo una crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. A partir de entonces, se ha ido renovando cada año, cambiando el último domingo de marzo y el último domingo de octubre. Dicen incluso que dichos cambios no sólo nos beneficia en un ahorro económico, sino también en otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
En el caso del turismo u ocio, es verdad que en el verano, apetece estar hasta última hora en la calle, en una terracita, charlando y tomando algo por lo tanto consumimos más y esto de alguna forma favorece al turismo y a la industria, además tenemos la sensación de que los días son más largos incluso, pero sinceramente, no sé en qué nos beneficia a la salud, pues en mi casa es un trastorno para los niños volver a adecuar sus horarios de la rutina diaria y se pasan una semana sin adaptarse. Yo misma la primera semana del cambio voy como una “zombie” hasta que me adapto. Los detractores de esta medida consideran que repercute física y psicológicamente en el ser humano, sin embargo los estudios realizados hasta ahora consideran que los cambios en el organismo son leves y transitorios.
Hay países que han logrado acostumbrar a sus ciudadanos a este cambio sin muchos inconvenientes, pero hay otros que no lo han tenido tan fácil, como por ejemplo, la República Dominicana, en el que en su día implementaron el cambio de horario pero parece que no toda la población se enteró y hubo un tiempo en que unos tenían una hora y el resto otra, hasta que decidieron volver atrás con la medida.
En Venezuela por ejemplo, después de varios estudios y consideraciones, el Gobierno decidió volver al huso horario que se regía en Venezuela hasta el último día de 1964. En tal sentido el cambio consistió en atrasar la hora legal de Venezuela en 30 minutos menos, en lugar de una hora, por lo que su horario difiere en 30 minutos a los de sus vecinos sudamericanos.
En fin, supongo que si los diferentes gobiernos han adoptado la medida, por algo será, pero yo sigo sin acostumbrarme, sobre todo cuando llega el otoño y los días vuelven a ser fríos, lluviosos y oscuros.
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