Todos o casi todos tenemos algún sueño en nuestras vidas. Hay quienes lo manifiestan a los 4 vientos y hay gente más reservada con alguna secreta aspiración a cumplir en sus vidas. Muchos anhelamos que algún día nos veamos agraciados con un premio de lotería que nos dé un buen pellizco para poder cumplir una parte de nuestros sueños. El otro día me comentaban los dueños de un establecimiento de loterías, que un día vino un chico del barrio a mirar si su boleto resultó agraciado y resulta que había ganado en la primitiva nada menos que 600,000 Euros. -Buf, le dije, ¡seguro que ya tiene la vida resuelta! y me contestó: -Pues no, todo lo contrario, hoy en día está endeudado hasta las cejas, se gastó todo el dinero de golpe ya que no supo gestionarlo y ahora está peor que antes.
Me puse a pensar en el "trastorno" que causaría ganar una gran cantidad de dinero y en cómo perdemos el juicio al sentirnos poderosos. Es muy difícil mantenerse con la cabeza clara y pensar con claridad en la mejor forma de invertir esas ganancias.
Pero volviendo al tema de los sueños, mi mayor sueño es viajar por el mundo, conocer nuevas culturas, nuevas formas de vida; descubrir lugares hermosos que la naturaleza nos brinda… Hay tantos sitios por descubrir, tanto para ver… Siento que nos pasan los años demasiado rápido, a veces pienso que se va la vida y no me dará tiempo a hacer algo significativo que me llene a nivel personal. El trajín de la vida diaria nos sumerge en una rutina de la que es difícil salir.
Por mi parte, me conformaría con visitar los 5 continentes antes de morir (de momento me faltan 3 por descubrir, pero creo que aún soy joven para poder hacerlo) y llevarme la esencia de cada unos de ellos. Pienso que no es un sueño tan descabellado, aunque teniendo en cuenta que hay gente que en toda su vida no conocen ni el pueblo de al lado, quizás sea una hazaña el lograrlo. Hoy en día la gente joven tiene más inquietudes y es mucho más global, además de contar con la tecnología actual que facilita la apertura al mundo, por lo que creo que será más fácil satisfacer la curiosidad por descubrirlo todo.
También debe haber gente sin aspiraciones, personas que se limitan a ver la vida transcurrir por delante de ellos sin más aspiración que conseguir un buen trabajo, tener una vida sana y ver crecer a los hijos. Esta opción es respetable. Cada uno decide sobre su forma de pasar por este mundo que avanza tan rápido, pero lo que está claro es que soñar no cuesta nada y no hay nada más satisfactorio que perseguir un sueño y lograrlo. Soñar nos mantiene vivo el espíritu; soñar nos mantiene la ilusión. ¡Sigue tus sueños!
Al leer tu último párrafo, no he podido evitar pensar que efectivamente, hay gente que no tiene aspiraciones ni sueños en la vida, y si los tienen, pueden no parecernos sueños.
ResponderEliminarHay por ejemplo una gran parte de la población, para la que el simple hecho de sobrevivir, de saber si tendrán algo para comer mañana, se convierte en una aspiración, y hasta en un sueño.